
Es el sueño de cualquier trabajador: jubilarse a los 36 años con una pensión de más de 1.000 dólares. Lizbeth Alonso Carreón, funcionaria del Ayuntamiento de Ciudad Juárez(norte de México), tiene esta posibilidad a su alcance. Alonso ha pedido al municipio su jubilación después de trabajar 15 años en la administración pública. Un verdadero lujo en un país donde apenas el 50% de los mayores de 65 años consiguen esta prestación, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La funcionaria de Chihuahua, que entró a trabajar en el Ayuntamiento en el 2000, puede pedir su retiro porque se ha acogido al Reglamento de Jubilaciones por Antigüedad del municipio de Juárez de 1998, un acuerdo entre el Gobierno local y el sindicato que permite la jubilación a los 15 años de servicio con una pensión del 55%. Los concejales de Trabajo ya han aprobado la petición de Alonso pero el alcalde Javier González Mocken aún no ha dado su visto bueno.
La polémica no solo la ha provocado su edad, sino que Alonso que trabajaba como directora de audiencias públicas participó como candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Congreso de Chihuahua en las últimas elecciones y perdió. La concejal Norma Sepúlveda, del Partido Acción Nacional (PAN) se ha opuesto a que la funcionaria se jubile ante la sospecha de que para participar en campañas políticas, Alonso terminó su contrato antes de cumplir 15 años de antigüedad. “Lo primero que me llamó la atención es que ha sido candidata varias veces y ha trabajado fuera de la administración”, explica la edil en entrevista con EL PAÍS.
